Si por algo destaca el segmento MICE dentro de la industria turística es por su identidad propia, que va un paso más allá del segmento vacacional, puesto que la captación de eventos siempre supone un impacto económico más amplio para el destino por el volumen de servicios complementarios asociado a los eventos profesionales.

La industria global de reuniones y eventos lleva años reclamando una mayor visibilidad para el segmento MICE, subrayando la necesidad de promocionarlo separadamente del segmento vacacional, con el fin de comunicar los grandes beneficios que este segmento puede aportar al desarrollo económico, social y cultural de una ciudad.

El segmento MICE está más relacionada con el intercambio de conocimiento, de la educación, del desarrollo de industrias y sectores clave, del desarrollo intelectual de la comunidad local y del propio desarrollo de las ciudades y de su cultura.

Por eso, son cada vez más numerosas las voces dentro del sector que piden a los responsables políticos que tomen conciencia de la contribución que las reuniones y eventos profesionales pueden aportar a la transformación de la economía local.

Más allá de su importante impacto económico en el destino, las reuniones son un elemento clave para el desarrollo de una economía del conocimiento, ya que ahora más que nunca se hace necesaria una formación continua de los profesionales debido a los cambios disruptivos y a los nuevos modelos de negocio que surgen de forma constante.

La vida laboral de los profesionales es cada vez más larga y la exigencia del mercado es cada vez mayor, por lo que las reuniones y eventos se convierten en la herramienta ideal para mejorar las competencias del sector profesional local de un destino.

Los gestores de los destinos tienen que hacer un cambio de mentalidad y convertir al sector MICE en una herramienta básica para el desarrollo profesional y empresarial de todo el destino, pero desde un enfoque transversal a toda la economía.

Las ciudades tienen que analizar su ecosistema local e identificar aquellas economías e industrias clúster con potencial para ser innovadoras y poder competir a nivel internacional. El objetivo tiene que ser potenciarlas y convertirlas en polos del futuro crecimiento económico de la ciudad.

Es necesario identificar áreas de conocimiento e innovación, que cuenten con una buena base intelectual y personas con talento en la comunidad local, desarrollando un clúster de negocio para el segmento MICE y apoyando el desarrollo de clústeres intelectuales a través de reuniones y eventos internacionales que les aporten conocimiento y les ayuden a mejorar su competitividad.

Los profesionales demandamos que las ciudades se planteen objetivo estratégico el desarrollar una planificación global y transversal que les permita atraer: Conocimiento, Inversiones, Talento, Negocio, Desarrollo económico sostenible.

Otro de los beneficios añadidos de los turistas del sector MICE es que estos visitantes no contribuyen a la masificación de destinos turísticos. Esta industria hace un uso mínimo del espacio de la ciudad, puesto que la mayor parte de la jornada están reunidos trabajando, y los congresos y reuniones rara vez se celebran en los meses de mayor afluencia turística de los destinos.